Lugo, en su interior, también de sus rías de nubes : esas mareas blancas que se forman en los valles cuando el anticiclón se asienta y el frío aprieta.
Hoy ascendimos para contemplar el espectáculo desde las alturas.
Aquí, a más de 700 metros, en el cordal de Cota, en Friol, la vista se abre en todas direcciones.
Desde la cima, el horizonte se despliega en un perfecto círculo de 360 grados: Outeiro de Rei, Begonte, Guitiriz… y más allá, las estribaciones de la Serra da Loba, la Cova da Serpe y, hacia el sur, Palas de Rei y su hermosa y exigente Sierra do Careón de 798 metros.
No nos cansamos de subir.
Del mismo modo que no nos cansamos de mirar, desde lo alto, la belleza de nuestros valles.
Hay días… y días.
Y hoy fue uno de esos en los que la retina se empapa del blanco mar de nubes que cubre el interior de la provincia de Lugo.
La Reserva de la Biosfera Terras do Miño nunca defrauda: un territorio por descubrir, cambiante, sereno y lleno de vida, incluso en el silencio y el frío matutino de este veroño.

