De Fisterra a Muxia

La etapa del Camino de Santiago  desde Fisterra a Muxía es, sin duda, la más dura de todas. No solo por la distancia, sino también por el terreno, que es muy accidentado y cuenta con numerosos desniveles.

El camino comienza en Fisterra, a orillas del océano Atlántico. Desde allí, los peregrinos deben recorrer unos 27 kilómetros hasta Muxía, pasando por la costa de la Costa da Morte.

La primera parte de la etapa es relativamente sencilla, ya que el camino discurre por un terreno llano. Sin embargo, a partir de la aldea de Lires, el camino se vuelve más empinado y sinuoso.

Los peregrinos deben ascender hasta el Monte Corpiño, una montaña de unos 400 metros de altura. Desde la cima, se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la costa de la Costa da Morte.

Tras descender del monte, el camino continúa bordeando la costa hasta llegar a Muxía. La última parte de la etapa es especialmente dura, ya que los peregrinos deben subir por una serie de escaleras hasta llegar al santuario de la Virgen de la Barca.

La llegada al santuario de la Virgen de la Barca es una experiencia inolvidable. El santuario está ubicado en un lugar privilegiado, con vistas al océano Atlántico.

Los peregrinos que llegan a Muxía han completado una etapa muy dura, pero también muy gratificante. El esfuerzo realizado es recompensado con la belleza de la costa de la Costa da Morte y con la emoción de llegar a uno de los destinos más importantes del Camino de Santiago.

El viento, un compañero inseparable

El viento es un compañero inseparable de los peregrinos que realizan la etapa del Camino de Santiago a Muxía. El viento es fuerte y constante en esta zona de la costa gallega, y puede dificultar el camino.

Los peregrinos deben estar preparados para el viento, y deben tomar precauciones para evitar accidentes. Es importante llevar ropa adecuada, como un chubasquero y un sombrero, y también es recomendable llevar un bastón para ayudarse a caminar.

El viento puede ser un desafío, pero también puede ser una experiencia emocionante. El viento le da a la costa un aspecto salvaje y misterioso, y puede crear momentos inolvidables.

Una etapa para los peregrinos más experimentados

La etapa del Camino de Santiago a Muxía es una etapa para los peregrinos más experimentados. Los peregrinos que no estén acostumbrados a caminar por terrenos accidentados deben considerar dividir la etapa en dos.

El camino es muy bonito, pero también es muy duro. Los peregrinos deben estar preparados para un importante esfuerzo.

 

a muxia